7 may 2011

Una cuota de poder

Ningún militar golpista de izquierda o de derecha debe ser electo como presidente de su país…”, afirmó Rafael Osío Cabrices, mientras se realizaba un conversatorio en el auditorio Hermano Lanz de la Ucab el día 04 de mayo, donde el público presente podría plantearle dudas al invitado de esa tarde.

Lamentablemente, la frase que se señala al inicio del escrito, es una de las pocas cosas que pueden ser recogidas de este foro y tal vez, llegar a ser analizadas. Durante la hora y media que duró el mencionado evento, Osío mantenía una oratoria dispersa en donde divagaba continuamente y no mantenía un punto claro en sus ideas. Nunca se observó una ilación en sus intervenciones.

Tal vez la improvisación de las organizadoras y ponentes del evento, haya influido en la ruptura continua de ideas que “trataba” de mantener el invitado. Éste, en varias oportunidades, se dejó ver incomodo y ofendido, bien fuera por la complejidad de las preguntas que se le hacía o por el contenido que estas planteaban; sin embargo, la manera en que el mismo respondía, dejaba mucho que desear.

En contadas oportunidades, Osío se mostró soberbio y con una actitud muy cercana a la humillación de las que en algún momento, según sus propias palabras, fueron sus alumnas.

Este comportamiento nos permite apreciar algo formidable. Sin importar cual sea su pasado, muchas personas, al alcanzar cierto prestigio, se ciegan ante lo que, tristemente, en su pequeñez, creen una cuota de poder. ¿Será que Rafael Osío olvidó que, hace varios años, el también se encontró en la posición de las estudiantes?

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